El tiburón vaca, al que también se conoce como tiburón moteado o tiburón gatopardo es uno de los más peculiares que existen, ya que tiene más branquias que el resto de los animales de su especie, en donde representa al tipo más primitivo.
Así, su presencia nos lleva a tiempos pretéritos, a muchos millones de años antes de que el hombre pusiese un pie sobre la tierra, una época en donde estos animales ya nadaban por los océanos.
Índice
Distribución
Si exceptuamos el Atlántico Norte y el mar Mediterráneo, vamos a poder encontrar al tiburón vaca en el resto de los océanos y mares del mundo.
Esto no quiere decir que el tiburón moteado esté presente en todas las aguas, ya que en cada océano tiene sus zonas de preferencia en los que es posible avistarlo, aunque no es sencillo.
De este modo, en América se puede encontrar desde las costas de Brasil hasta las argentinas en el Atlántico y en el mismo océano desde Namibia hasta Sudáfrica. Si cambiamos de océano y vamos al Pacífico lo veremos en una zona de que va desde Canadá hasta Chile y en las aguas de esta que rodean a Nueva Zelanda y a Australia.
En el Índico se dice que se ha visto por las costas de la India, aunque no se tiene claro que haya sido así.
Características del tiburón vaca
La principal característica, y la que más los distingue es la diferencia del número de branquias con respecto a otros tiburones, los cuales suelen tener cinco. De esta manera, el tiburón gatopardo tiene seis o siete.
Su cuerpo también los diferencia de otras especies, pues es del tipo primitivo y se cree que apenas ha variado en los últimos 250 millones de años, por lo que cuando lo vemos da la sensación de estar ante un animal de otro tiempo.
Presentan un tamaño muy variable, y dependiendo de la subespecie puede ir de los 1,4 a los 5 metros, de manera que son animales imponentes, aunque no son los escualos más peligrosos.
Los colores son propios de los animales que pueden alcanzar grandes profundidades, con una especie de gris oscuro moteado en la parte superior y un color plateado en la inferior, que le sirve para que los animales no lo detecten si miran hacia arriba confundiéndolo con la superficie.
Reproducción
Podemos encontrar varios tipos de reproducción en los tiburones, siendo en este caso ovovivíparo.
Significa que los embriones se desarrollan dentro del útero de la madre en huevos, con un saco vitelino del que se alimentan las crías mientras que la hembra les proporciona oxígeno.
Una vez que los alevines están listos rompen el huevo (dentro del útero) y salen preparados para comenzar a enfrentarse a los peligros de la vida marina.
Se sabe que la gestación dura un año y que al siguiente la hembra no tendrá descendencia, de manera que paren un número que puede alcanzar las 100 crías con un tamaño considerable, puesto que superan los 35 cm, lo que es una hazaña increíble teniendo en cuenta lo que miden los tiburones gatopardo adultos.
Alimentación
Dependiendo del tamaño que tengan, y sobre todo de su edad, la lista de presas es muy variada. Incluye tiburones más pequeños que ellos, peces óseos e incluso rayas.
Los de mayor tamaño, cuando ya son adultos, se atreven con presas más grandes y no hacen ascos a nada: focas, pulpos, moluscos e incluso la carroña que encuentren es parte de su dieta.
No necesitan alimentarse a menudo, y de hecho se sabe que en la edad adulta pueden alimentarse una vez por semana, algo que no ocurre en ejemplares juveniles que comen de manera frenética con el fin de desarrollarse.
Comportamiento
Estamos ante un tiburón muy pacífico, aunque puede ser peligroso cuando se lo provoca y parece que han existido ataques a los buzos en acuarios.
De todas maneras, por lo general son animales que tienen mucha curiosidad y que se acercan a los buceadores para alejarse cuando están demasiado cerca.
Puede verse a profundidades muy diversas, y aunque no suele pasar de los 50 metros se sabe que hay ejemplares que han llegado a bajar hasta casi los 600.
Como se puede comprobar es un tiburón “muy normal” y quizá en este apartado podemos destacar una de las maneras que tiene de cazar cuando va a por las focas, puesto que se le ha avistado dando saltos fuera del agua y manteniendo la cabeza en el exterior.
Se cree que este comportamiento tiene una explicación, y es que intenta localizar a las presas usando la vista, mirando a su alrededor para verificar si hay animales a los que cazar cerca.
También se les ha divisado cazar en manadas, algo que hacen cuando quieren comer focas o alimentarse de otros tiburones de tamaño respetable a los que es mejor no enfrentarse solos.